4 de junio de 2012

Entre ceja y ceja

Tengo sueño. Mucho sueño. Son las 5 de la mañana pero el ruido en la calle parece haber despertado ya en domingo. Un camión está cruzando la avenida, desierta casi, haciendo sonar ininterrumpidamente la bozina. Decido asomarme a la sucia ventana de mi apartamento. Efectivamente, un camión pasa lentamente, por delante mio. Me fijo bien en lo que hay dentro cuando veo algo espantoso.  Un hombre, el conductor, está inconsciente y tiene apoyada la cabeza inerte en el volante. Bajo corriendo las escaleras, que crujen a mi paso. Llamo a emergencias avisando de mi horrorífica visión, pero no me creen..es más, se ríen de mi. Sigo en dirección al camión y en un acto heroico levanto el cuerpo y paro el vehículo. Está muerto. Tiene una bala entre ceja y ceja. Pero sin embargo no hay agujero en el cristal, ni un arma visible en la cabina. Mientras miro fijamente el cadáver, aún caliente, el espectro abre los ojos y me mira. Corro calle abajo en busca de ayuda, seguido de ese muerto viviente. Veo dos luces acercándose hacia a mi. Agito los brazos pero el coche pasa sobre mi. Me despierto de golpe. Tengo sueño y son las 5 de la mañana. Espero oír lo que tenga que oír acariciando mi magnum...

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